Apuntes sin itinerario

Comienzo a dibujar sin proponerse contar una historia. Sin embargo, al final siempre flotan elementos que apuntan a la consecución de la misma. Mi discurso siempre apunta hacia la recreación de lo fantasioso.

Perros voladores; viajeros perdidos; estilizados elefantes portadores de frágiles flores; jardines que crecen en el aire; particulares vestimentas llenas de huellas extrañas; escenarios donde se fusiona lo antiguo y lo moderno; misteriosas arquitecturas; exóticas plantas, frutas y hortalizas que provocan a los sentidos; portales que nos hacen viajar a lugares inciertos; silenciosas vegetaciones que quieren ser regadas inmediatamente; tímidos rostros que provienen de una estrambótica fiesta de disfraces; perros con cabeza de toro; sillas que todavía llevan adherido su código de barras; presencias griegas; ventrílocuos solitarios; personajes llenos de melancolía; damas con una sensibilidad especial;… en fin, una serie de situaciones que surgen cuando quieres imaginar.

 

 

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