Con la llegada de las fiestas patronales en honor a la Mare de Déu de l’Ermitana, Peñíscola se convierte en un escenario repleto de personajes, colores y tradición. “Dansants i llauradores, cavallets, moros i cristians, pelegrines, castanyetes i bastonets”. Es una fiesta ancestral cargada de matices que ha motivado esta particular narración.
Comentarios recientes