Una señora de frondosos cabellos y vestida con una exuberante indumentaria se dispone a exprimir una naranja sobre una extraña estructura vertical. Recorrer con la mirada ese escenario y modelar una historia cercana a nosotros es la idea que propongo al espectador para que active su imaginación. Para cocinar, reúno ingredientes como el absurdo, la ironía, el humor y una melancolía que siempre impregna todos los guisos. Lo mezclo todo y… a ver que sale.
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