Souvenirs · Un mal día · Morirse de risa · Como una matrioska · Directrices para besar

Souvenirs · Un mal día · Morirse de risa · Como una matrioska · Directrices para besar

04-06-2014

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Wonderland de Radio 4

SOUVENIRS

No era una trampa, pero en aquella acera adoquinada era frecuente ver como algunos cándidos peatones que iban transitando, toqueteando el móvil o abstraídos en sus pensamientos, quedaban atrapados por la estrechez de esta. Lo hacía poco a poco, sin llegar a sospechar nada, hasta acceder, sin posibilidad de volver atrás, a un atiborrado conducto sin luz, a una selva cilíndrica de prendas, sombreros, bolsos y demás complementos turísticos. Algunos, los más hábiles, lograban pasar al otro lado del túnel impolutos. Pero otros, los más caprichosos, quedaban enredados con alguna cosa de aquellas; pocas veces salían con las manos vacías.

 

 

 

 

 

05-06-2014

Wonderland de Radio 4

UN MAL DÍA

Me quedé con cara de tonto viendo como el cajero emitía un gorgoteo interno al solicitarle una operación habitual. Esta vez llevaba varios meses sin actualizar la libreta, por lo que parecía concentrarse más interiorizando esa acción y ponerla al día. Le costaba más que otras veces, y era normal. Pero me incomodaba estar allí, oyendo como, sin  decoro, seguía con la reverberación de su flora interna y se ocupaba de aquello. Crucé los brazos y lo miré fijamente esperando una disculpa; estaba podrido por dentro. Lo único que hizo fue levantarse y correr hacia el baño, aquello ya olía.

 

 

 

 

 

 

07-06-2014

Wonderland de Radio 4

MORIRSE DE RISA

En la maleta llevaba a la mujer más alegre del mundo. La conocí en un local de moda, de esos que se llenan de gente guapa. Nos miramos y enseguida nos acercamos a la barra, nos presentamos y tomamos cubatas. Era un pibonazo y parecía estar a gusto conmigo, se tronchaba con mis chistes. Tras mil chupitos multicolores fuimos a mi casa, había tensión sexual. Se cachondeaba mientras la desnudaba y la ataba en la cama. “Eres malo”, decía desternillándose. Me desnudé yo y siguió con su guasa burlándose de mi miembro, incluso cuando saqué del armario la sierra eléctrica.

 

 

 

 

 

 

 

 

08-06-2014

Wonderland de Radio 4

COMO UNA MATRIOSKA

El ladrón embistió la puerta echándola al suelo. Detrás del cuadro se escondía la caja fuerte que forzó con una enorme palanca de acero. En su interior había una maleta con una combinación de tres dígitos, tal como le dijeron. No utilizó el método aprendido, sino un mamporro de golpes con la palanca. Dentro se albergaba un bonito joyero cerrado con llave que abrió siguiendo un procedimiento similar, darle un leñazo contra el suelo. Allí estaba intacta la preciada cajita. La agitó. Algo había. No pudo abrirla con sus manos, así que la pisó sin gracia destrozando lo que contenía. 

 

 

 

 

 

09-06-2014

Wonderland de Radio 4

DIRECTRICES PARA BESAR

Si disponéis de alguien para practicar estaría genial, pero si no es el caso os serviría igualmente el dorso de vuestra mano, ahí han empezado los mejores. Es importante estar frente a un espejo para observaros. Debéis poner cara de seducción mientras os acercáis a vuestra mano y perfiláis una tímida o con los labios. Los apoyáis sutilmente sobre la piel de vuestros nudillos y, en ese punto, cerráis los ojos. Haced notar la carnosidad con suaves movimientos dejándoos llevar: acariciaros, sacad la lengua, succionad, morded y segregad babilla. Si queréis podéis entreabrir los ojos para veros en el espejo.

 

 

 

 

 

11-06-2014

Wonderland de Radio 4

EL PRIMO

El primo Juan Antonio, el Juanan, trabajaba como teleoperador en una empresa comercial muy conocida de Madrid. Se pasaba todo el día hablando por teléfono con gente que no conocía, los enredaba y les acababa vendiendo el producto. A nosotros nos vendió que era ingeniero en Telecomunicaciones, y sí, pero del palique. En verano nos visitaba al pueblo con ganas de competir en el concurso que nosotros habíamos hecho popular, el lanzamiento de huesos de oliva con la boca. Y nos tocaba mucho las narices, cada año debíamos aceptar como se proclamaba ganador; estaba claro que dándole a la lengua no tenía rival.

 

 

 

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